Los melanosomas son orgánulos especializados que se forman dentro de los melanocitos y son responsables de la producción y almacenamiento de melanina.
Su desarrollo sigue fases específicas: desde la fase I, donde aparece una vesícula vacía, hasta la fase IV, en la que el melanosoma está completamente cargado de melanina.
Este proceso está regulado por genes específicos, incluyendo TYR, TYRP1 y DCT, que controlan la síntesis enzimática de la melanina.
Cuando este desarrollo se ve interrumpido por factores genéticos, autoinmunes o ambientales, como en el vitiligo, la producción de melanina se detiene parcial o completamente.
Conocer esta ruta es esencial para crear terapias efectivas que restablezcan la pigmentación cutánea de manera estable.