Apostar al fracaso o vaticinarlo no es una opción. No hacer nada al respecto, tampoco.
No tener los recursos necesarios no significa que debamos esperar indefinidamente. El control ideal puede comenzar con orientación, voluntad y seguimiento.
Cuando se definen los pasos para desarrollar una enfermedad como el vitiligo, también se definen los pasos para detenerla. Pero el proceso exige lo que no siempre se tiene: paciencia, confianza, recursos y seguimiento.
Nacer nos tomó nueve meses. Aprender a caminar dos años. Conducir, al menos dieciocho. Vivir, toda una vida. ¿Y controlar el vitiligo? El tiempo necesario... es el ideal.
Si hoy las manchas se detienen, su regreso en el mismo lugar será menos probable. Incluso cuando no se ven resultados inmediatos, el curso del control por años sigue siendo necesario.